Heliciterapia - Cosmética Bio

ESTE TÉRMINO SIGNIFICA APRENDER DE LA NATURALEZA EN LUGAR DE TOMAR DE ELLA

Heliciterapia proviene del término “hélix”, nombre científico del caracol, y del griego “therapeia”, que significa tratamiento: una etimología fácil de entender que Mademoiselle Agathe ha desarrollado durante más de 7 años.

La investigación que desarrolla Mademoiselle Agathe en la Heliciterapia tiene como objetivo optimizar los beneficios que nos ofrecen las proteínas de baba de caracol sobre la piel, uniendo nuestro extracto de baba con plantas orgánicas procedentes del corazón del Pays de la Loire. Esta simbiosis, respetuosa con el animal y las plantas, es la que ratifica nuestro cuidado cosmético basado en la Heliciterapia.

El objetivo es revitalizar nuestra piel gracias a los beneficios de la baba de caracol. La Heliciterapia ofrece tratamientos a base de extracto de baba de caracol recolectada exclusivamente a mano, caracol por caracol, con el mayor respeto por el animal. Recoger la sustancia de este modo, nos proporciona una excepcional riqueza en proteínas, péptidos y vitaminas con virtudes ancestrales, para la regeneración, cicatrización, purificación y propiedades antiedad aptas para todo tipo de pieles, incluso las más frágiles.

Mademoiselle Agathe tuvo que esperar los resultados de una serie de 4 estudios científicos para ver el nacimiento de la Heliciterapia. 

Los estudios científicos fueron llevados a cabo por el Muséum d'Histoire Naturelle de Paris y la Universidad de Rouen, aplicando espectrometría de masas y cromatografía, y los resultados demostraron que nuestro componente es muy rico en proteínas y péptidos. También lo es en colágenos y hemocianina, ambos regenerantes celulares, que ayudan directamente a combatir las arrugas y las líneas de expresión. La actina, también presente en nuestro extracto, es un excelente agente cicatrizante. Un dato histórico interesante es que ya en el año 400 a.C., Hipócrates y Plinio el Viejo recomendaron la baba de caracol para regenerar y cicatrizar la piel.

¿En qué se basa la Heliciterapia? Una evolución natural de más de 540 millones de años. 

El caracol es un ser vivo totalmente excepcional. Los fósiles más antiguos que se conocen se remontan al Cámbrico hace 541 millones de años, más de 200 millones de años antes de la aparición de los primeros dinosaurios y, por lo tanto, más o menos 500 millones de años antes de la aparición de los primeros humanos. Hay que reconocer que si este molusco ha sido capaz de perdurar y evolucionar naturalmente durante tantos años, es porque su anatomía está particularmente bien adaptada a la vida.

Los gasterópodos están presentes en todos los ecosistemas: aguas polares, mar profundo, lagos, ríos, humedales, ecosistemas áridos (pueden soportar temperaturas de hasta 65°C), secos, montañas a miles de metros sobre el nivel del mar. También hay caracoles marinos: bígaros, morados, littorinas con variaciones significativas en cada una de estas especies. Hasta la fecha, se ha identificado 103.000 especies de gasterópodos.

El caracol terrestre a penas se desplaza, y bio-acumula las especificidades de su entorno durante su crecimiento. En un ambiente sano y rico en biodiversidad, esto le permite acumular una innumerable cantidad de vitaminas y proteínas vegetales que se incorporan a su baba.

UNA FARMACOPEA DE MÁS DE 2.400 AÑOS El caracol, animal que va un poco a contracorriente de nuestras sociedades siempre agitadas, es apreciado en la cocina, y también en la medicina, campo en el que no se ha cesado de atribuirle múltiples propiedades desde la antigüedad.

Muchos escritos revelan múltiples usos de los caracoles, en particular con fines terapéuticos. Hipócrates en 400 a.C. y Plinio el Viejo del  23 d.C al 79 d.C., lo recomendaron en forma hervida: “este remedio es soberano para aliviar el dolor causado por quemaduras, abscesos y otras heridas”. Celso, filósofo romano del siglo II, recomendó el caracol crudo y machacado con su concha como agente cicatrizante, y hervido, forma en la que reafirma sus propiedades emolientes.

Incluso hemos encontrado pruebas de que la representante femenina probablemente más importante del patrimonio cultural mundial, Mona Lisa del Giocondo retratada en la obra maestra del gran Leonardo da Vinci, ya usaba extracto de baba de caracol en 1514 como tratamiento facial para reducir las arrugas. En la actualidad, muchos otros trabajos científicos han podido constatar las propiedades terapéuticas de la baba de caracol, en particular, sus efectos protectores y regeneradores de la piel. La baba, naturalmente rica en colágeno, vitaminas y aminoácidos esenciales, es un alimento imprescindible para la piel; sus vitaminas básicas son poderosos antioxidantes que retrasan el envejecimiento de la epidermis.

RECOLECCIÓN A MANO CON EL MAYOR RESPETO POR LOS ANIMALES Según Patrice, nuestro helicicultor en Albon en Drôme (Francia), pionero de la cría de caracoles orgánicos en Francia desde hace más de 30 años, “lo más importante con los caracoles es saber tomarse el tiempo. Más que para cualquier otro animal, la noción temporal es fundamental, ya que para prosperar necesita evolucionar lentamente”. Es por esta razón que recolectamos la baba únicamente a mano, caracol por caracol, en el momento más oportuno para ellos, es decir, cuando menos se perturban sus actividades naturales. Es solo en estas condiciones que el animal produce su mejor baba, muy espesa y rica en proteínas.

En biomimetismo, es usual centrarse en organismos que han podido adaptarse a largo plazo. En este sentido, es fascinante observar que la concha del caracol, construida con su propia baba, es una armadura natural suficientemente eficaz para resistir al tiempo y a las adversidades climáticas. Es sorprendente pensar que una respuesta defensiva tan simple como acurrucarse en su concha, es tan efectiva para perpetuar su especie.

Una pregunta especialmente llamativa es: ¿cómo pueden andar en un pie sobre el pegamento? Esto es posible porque la baba que producen los caracoles no solo es un lubricante, sino también un pegamento. La baba es producida por unas glándulas ubicadas en el centro del pie, y es una mezcla compleja de proteínas, péptidos, y otros metabolitos con propiedades tixotrópicas, es decir, puede ser líquido o sólido según las limitaciones mecánicas que se le impongan.

LA CIENCIA CORROBORA LOS BENEFICIOS La misión de Mademoiselle Agathe es la eficacia y calidad de sus tratamientos, partiendo desde la elección de los activos y sus concentraciones, hasta la innovación de nuestras formulaciones. Por esta razón, quisieron dar respaldo científico a las propiedades de su extracto de baba de caracol, con rigurosos estudios llevados a cabo durante los últimos 4 años.