Había una vez una marca con una historia cautivadora llamada Mademoiselle Agathe, que vio la luz en el año 2013. Como sucede en muchos casos, fue un encuentro inesperado el que dio inicio a esta gran aventura. Durante una feria de productos orgánicos en Lyon, se cruzaron los caminos de Fabrice PIERRON, un apasionado vendedor de productos a base de baba de caracol, y Patrice LAMBERT, un dedicado helicicultor desde 1989.

En aquel encuentro fortuito, ambos compartieron su decepción respecto a la calidad de las fórmulas de algunos productos disponibles en el mercado europeo. Estos contenían altas dosis de ingredientes sintéticos y petroquímicos, y apenas contaban con baba de caracol genuina. Además, el consumidor carecía de garantías sobre el proceso de recolección y la concentración de baba en esos productos, algo que no encajaba con la filosofía de los productos orgánicos de alta calidad.

En medio de sus conversaciones en la feria, Fabrice descubrió que Patrice ya había obtenido todas las certificaciones necesarias para utilizar la baba de sus caracoles en productos cosméticos. Sin embargo, después de tres años de trabajo y algunos contactos con laboratorios poco interesados, aún no había podido sacar el máximo provecho de su conocimiento.

La chispa de la innovación surgió cuando decidieron unir fuerzas y establecer un contrato de suministro exclusivo de baba de caracol para desarrollar la marca Mademoiselle Agathe. Esta colaboración sinérgica permitió garantizar la calidad óptima del producto mediante la recolección manual, llevada a cabo con absoluto respeto por estos pequeños animales. De esta manera, Mademoiselle Agathe se convirtió en la única marca que certificaba una helicicultura orgánica y una recolección manual de la baba de caracol, asegurando que los beneficios de este valioso componente se conservaran intactos.

"Los estudios han demostrado que con la recolección manual obtenemos una baba espesa con una concentración 2 a 3 veces mayor que la recolección mecánica."

Esta baba espesa es rica en ingredientes esenciales para el bienestar de la piel, como alantoína, colágeno, elastina, ácido glicólico, vitaminas y un antibiótico natural, entre otros.

Tras combinar sus conocimientos, llegó el momento de poner en marcha la fabricación. Las fórmulas fueron desarrolladas con esmero para permitir la máxima integración de la baba de caracol en cada producto, avalado por el prestigioso organismo de certificación independiente ECOCERT. Su laboratorio, creado en 1995 en la región de Pays De La Loire, es un lugar donde la alta calidad ambiental permite la producción bajo los principios de la eco-concepción. Allí, el abastecimiento de ingredientes de origen orgánico garantiza la calidad excepcional de cada componente utilizado en la fabricación de los productos de Mademoiselle Agathe. Cada fórmula se basa en la sinergia entre la baba de caracol, plantas, aceites y ceras vegetales, todos producidos con el máximo respeto por el ser humano, la naturaleza y, por supuesto, los animales.

Así, Mademoiselle Agathe se erigió como una marca que, más allá de sus productos, representa un compromiso con la autenticidad, el respeto y la excelencia en el cuidado de la piel. Con cada producto que ofrecen, Mademoiselle Agathe narra una historia llena de pasión y conciencia, donde la naturaleza y la ciencia se fusionan en beneficio de la belleza y el bienestar.

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